Acuérdese que, si alguna vez precisa de una mano amiga, usted la encontrará al final de su brazo. Al volvernos más viejos, descubrimos porqué tenemos dos manos, una para ayudarnos a nosotros mismos, y la otra para ayudar al prójimo
Audrey Hepburn

MUSICA

OTRAS HISTORIAS, OTROS AMIGOS (en construcción)










No hay comentarios: